Utiliza un lenguaje claro y preciso: 


Evita ambigüedades o interpretaciones confusas. Cada acuerdo debe estar formulado de manera concreta.


Registra solo lo relevante: 


Aunque el acta debe ser detallada, evita incluir conversaciones o comentarios irrelevantes que puedan entorpecer la lectura.


Cumple con los términos legales: 


Recuerda que el acta debe ser firmada por el presidente y el secretario de la asamblea. Además, se debe radicar en el libro de actas del conjunto, que debe estar debidamente registrado.


Verifica los datos antes de finalizar: 


Antes de cerrar la reunión, confirma que todos los acuerdos y decisiones estén correctamente registrados.